Donato Cervantes

El
primer contacto

El 8 de septiembre de 1975, a 24 Km del aislado poblado de Huaricanga, un evento insólito cambiaría la vida del Sr. Donato para siempre. Mientras conducía su camioneta, transportando una carga para la empresa que le empleaba, la noche envolvía el camino en una oscuridad impenetrable. De repente, sin previo aviso, una luz deslumbrante estalló en el horizonte, emitiendo un resplandor que lo dejó petrificado en su asiento….

Los hechos narrados en este sitio web, tienen lugar en la ciudad de Huaraz, provincia de Ancash, Perú. Donde, el señor Donato Cervantes, radica y es originario.

Huaraz o Huarás (del quechua: Waraq o Waras ‘Amanecer; es una ciudad peruana, capital del distrito y provincia homónimos y del departamento de Áncash. Su zona metropolitana abarca parte de los distritos de Huaraz e Independencia y se localiza al sur del Callejón de Huaylas, a una altitud media de 3050 m s. n. m

Los hechos narrados en este sitio web, tienen lugar en la ciudad de Huaraz, provincia de Ancash, Perú. Donde, el señor Donato Cervantes, radica y es originario.

Huaraz o Huarás (del quechua: Waraq o Waras ‘Amanecer; es una ciudad peruana, capital del distrito y provincia homónimos y del departamento de Áncash. Su zona metropolitana abarca parte de los distritos de Huaraz e Independencia y se localiza al sur del Callejón de Huaylas, a una altitud media de 3050 m s. n. m

El 8 de

septiembre

1975

A 24km del aislado poblado de Huaricanga, un evento insólito cambiaría la vida del Sr. Donato para siempre. Mientras conducía su camioneta, transportando una carga para la empresa que le empleaba, la noche envolvía el camino en una oscuridad impenetrable. De repente, sin previo aviso, una luz deslumbrante estalló en el horizonte, emitiendo un resplandor que lo dejó petrificado en su asiento.

La camioneta se detuvo sin intervención humana, como si una fuerza misteriosa la hubiera dominado. Entonces, la puerta del vehículo se abrió de manera inexplicable. Lo que ocurrió a continuación lo sumió en un estado de parálisis total, mientras una entidad desconocida emergió de la luz brillante. El misterioso ser lo miró con ojos insondables antes de que una energía invisible lo arrancara del interior del vehículo.

Donato se encontró flotando en el aire, a unos 20 metros sobre la tierra. Sus pensamientos se convirtieron en un torbellino de incertidumbre mientras era transportado por los aires a una distancia desconocida. Un camionero que transitaba cerca del lugar quedó atónito ante la inusual escena que se desarrollaba ante sus ojos, viendo a Donato suspendido en el aire por una fuerza que desafiaba toda lógica.

Entonces, como si la misma mano que lo había llevado le dejara caer, la luz desapareció y Donato cayó como un meteorito hacia el suelo. Impactó contra una roca con una fuerza abrumadora, causándole una herida profunda en su costado. Agonizante y consciente de su gravedad, Donato quedó inconsciente.

Los minutos se convirtieron en horas y finalmente fue rescatado por testigos del extraño evento. Lo llevaron a toda prisa a un centro de salud, pero las heridas que había sufrido eran demasiado inusuales para ser tratadas por el personal médico. Donato pasó la noche en reposo, una espera inquieta e impregnada de misterio.

Fue durante la oscura madrugada posterior al accidente que el misterio se profundizó. Donato fue visitado por seres de otro mundo, seres que desafiaban la comprensión humana. Uno de ellos, con una presencia etérea, emitió una energía cálida y sanadora desde sus manos hacia la herida que marcaba el cuerpo de Donato.

La sorpresa y el asombro invadieron la habitación mientras Donato observaba con incredulidad cómo su herida se cerraba a una velocidad sobrenatural. La curación, imposible de comprender, le dejó sin palabras y con una profunda certeza de que su vida nunca sería la misma.

¿Qué misterios acechaban en la penumbra de aquella noche? ¿Qué eran esas entidades que habían intervenido en la vida de Donato de una manera tan extraordinaria? La intriga se había tejido en los rincones de su mente, y el asombro lo había envuelto por completo.